Si quieres que tu casa tenga buena energía, es fundamental soltar lo viejo para dar paso a lo nuevo.
Cuando acumulamos, estamos conectando con la energía de la carencia. Desde niños recibimos mensajes que adoptamos como verdades incuestionables, y no son más que creencias limitantes. El famoso refrán que dice ‘el que guarda siempre tiene’, no es más que un miedo inconsciente a no tener suficiente en el futuro. Soltar y dejar ir, en cambio, se trata de un cambio en la manera de pensar.
Desprenderte de todo aquello que ya no te sirve no es solo un acto físico, sino también interior. Practicar el desapego te libera de lo que te ancla al pasado y de las emociones que te quitan energía sin ser consciente de ello.
Tu hogar refleja tu vida, y organizarlo trae claridad mental y ligereza, transformando tu energía y tus relaciones. A medida que limpiamos nuestra casa, también colocamos orden a nuestra mente y corazón.
Se trata de abrir espacio a nuevas oportunidades, relaciones y experiencias. ¿Quieres empezar dando los primeros pasos? Toma nota y comienza con estas sugerencias:
Uno. Arregla todo lo que no esté en perfecto estado. Evita bombillas fundidas, humedades, interruptores que no funcionan, cerraduras en mal estado, persianas estropeadas…
Dos. Evita acumular objetos. Mira a tu alrededor y deshazte de lo que guardas ‘por si acaso’. Quédate con lo que de verdad te hace feliz y te trae buenos recuerdos.
Tres. Haz limpieza de armarios. Puedes donar, regalar o vender todo lo que llevas tiempo sin usar.
Cuatro. Dale un buen meneo a los cajones del caos. Quita todo aquello que no necesites y deja lo que verdaderamente usas y que esté en buen estado.
Cinco. Retira las plantas que ya cumplieron su ciclo. Drenan la energía a su alrededor. Agradécele por lo que te dio y sustitúyela por una planta sana. Representan la vida, la renovación y el crecimiento.
Cada objeto que eliges soltar es una forma de decirle a la vida “estoy lista para lo nuevo.” Es como hacer un reset energético, y un paso clave para que el Feng Shui funcione. ¿Te animas?
